BIOGRAFÍA
Si bien su padre nunca contó lo que vivió en Buchenwald, él decía que lo peor fue la falta de agua. Su padre dio palabra de honor de nunca contar nada. Gracias a que él tenía una hermana viviendo en Suiza, la familia emigró a dicho país. Allí Helga trabajó como empleada doméstica en una casa en Los Alpes. Tenía 11 años. Dormía sola y apartada del mundo. En Chile al padre le costó aprender el idioma y su madre trabajó desde empleada doméstica hasta después enfermera. “Empezamos sin nada, no teníamos una chaucha” recuerda Helga.