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Recordando a Jorge Luis Borges

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Hoy es  un aniversario más de la  muerte de  Jorge Luis Borges , el  14 de junio de 1986. Borges es una de las grandes figuras de la literatura en lengua española del siglo XX. Algunas de sus obras más destacadas son Ficciones, publicada en 1944,  El Aleph, de 1949,   y El Hacedor de 1960. Reproducimos acá dos poemas que Jorge Luis Borges dedicó a Israel. El primer poema fue escrito  para Israel sobre su lucha en la guerra de 1967. Israel (1967) Un hombre encarcelado y hechizado, un hombre condenado a ser la serpiente que guarda un oro infame, un hombre condenado a ser Shylock un hombre que se inclina sobre la tierra y que sabe que estuvo en el Paraíso, un hombre viejo y ciego que ha de romper las columnas del templo, un rostro condenado a ser una máscara, un hombre que ha pesar de los nombres es Spinoza y el Baal Shem y los cabalistas, un hombre que es el Libro, una boca que alaba desde el abismo la justicia del firmamento, un procurador o un dentista que diálogo con Dios en una montaña, un hombre condenado a ser el escarnio, la abominación, el judío, un hombre lapidado, incendiado y ahogado en cámaras letales, un hombre que se obstina en ser inmortal y que ahora ha vuelto a su batalla, a la violenta luz de la victoria, hermoso como un león al mediodía.   El segundo poema lo escribió en 1969 y es sobre su visión de la joven nación de Israel. Israel (1969) “Temí que en Israel acecharía con dulzura insidiosa la nostalgia que las diásporas seculares acumularon como un triste tesoro en las ciudades del infiel, en las juderías, en los ocasos de la estepa, en los sueños, la nostalgia de aquellos que te anhelaron, Jerusalén, junto a las aguas de Babilonia, ¿Qué otra cosa eras, Israel, sino esa nostalgia, sino esa voluntad de salvar, entre las inconstantes formas del tiempo, tu viejo libro mágico, tus liturgias, tu soledad con Dios? No así. La más antigua de las naciones es también la más joven. No has tentado a los nombres con jardines, con el oro y su tedio sino con el rigor, tierra última. Israel les ha dicho sin palabras: olvidarás quién eres. Olvidarás al otro que dejaste. Olvidarás quién fuiste en las tierras que te dieron sus tardes y sus mañanas y a las que no darás tu nostalgia. Olvidarás la lengua de tus padres y aprenderás la lengua del Paraíso. Serás un israelí, serás un soldado. Edificarás la patria con ciénagas: la levantarás con desiertos. Trabajará contigo tu hermano, cuya cara no has visto nunca. Una sola cosa te prometemos: tu puesto en la batalla.” Fuente: ©EnlaceJudío